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Camino de Santiago

Inscrito en 1993 como Patrimonio de la Humanidad.
Este es el camino que, desde la frontera hispano-francesa, siguieron y aún siguen los peregrinos a Santiago de Compostela. A lo largo del Camino se distribuyen alrededor de 1800 edificios, tanto religiosos como seculares, de gran valor histórico. El Camino jugó un papel fundamental en el intercambio cultural que la Península Ibérica mantuvo con el resto de Europa durante la Edad Media. Sigue siendo un testimonio del poder de la fe cristiana en personas de todas las clases sociales y procedentes de toda Europa. Desde hace más de ocho siglos, el culto al apóstol Santiago tiene como consecuencia un flujo interminable de peregrinos.

HISTORIA
1. PREDICACIÓN EN LA PENÍNSULA
Santiago el Mayor, tras la crucifixión de Jesús, totalmente identificado con su doctrina, se convirtió en el principal animador de creyentes en la comunidad de Jerusalén, admirado por el fervor y la sinceridad de sus palabras.
En aquella época se desarrollaba el transporte de minerales como el estaño, oro, hierro o cobre desde Galicia a las costas de Palestina y en el regreso se traían piezas de adorno, placas de mármol e incluso especias y productos que cargaban en Alejandría y otros puertos más orientales, de gran estima comercial.
Se cree que el Apostol realizaría el viaje desde Palestina a España en alguna de estas naves, desembarcando en la costa de Andalucía, tierra en la que comenzó su predicación. Continuó su misión evangelizadora en Coimbra y Braga pasando, según la tradición, a Iria Flavia, en el Finisterre hispánico, en donde iniciaría la evangelización.

El regreso a Tierra Santa, sería por la vía romana de Lugo para cruzar la Península, pasando por Astorga y Zaragoza, en donde, abatido, Santiago recibe el consuelo y el aliento de la Virgen, que se le apareció según la tradición a orillas del río Ebro sobre un pilar romano que sirvió para explicar la fundación de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza. Desde aquí, por el Ebro, pudo dirigirse a Valencia para embarcar en un puerto murciano o andaluz y regresar a Palestina en torno a los años 42-44. Herodes Agripa, rey de Judea, para silenciar las protestas de las autoridades religiosas, complacer a los judíos y dar un escarmiento a la comunidad cristiana, lo escoge como figura representativa y lo condena a muerte por decapitación. Es de este modo, el PRIMER MÁRTIR DEL COLEGIO APOSTÓLICO.
2. LA TRASLACION DEL CUERPO A GALICIA
Cuenta la tradición que dos de los discípulos de Santiago, Atanasio y Teodoro, recogieron su cuerpo y su cabeza, y los trasladaron en una nave desde Jerusalén hasta Galicia. Tras siete días de navegación llegarían a las costas gallegas de Iria Flavia, cerca de la actual villa de Padrón.
En el relato aparece Lupa, una dama pagana, rica e influyente que ofreció a los discípulos bueyes salvajes que vivían allí en libertad y un carro para transportar los restos del Apóstol desde Padrón hasta Santiago. los bueyes comenzaron su camino, sin ningún tipo de guía, y se detuvieron, instintivamente, movidos por la sed, en un lugar donde escarbaron y brotó agua.

3. EL ORIGEN DE UNA TRADICIÓN
A principios del siglo IX, en un contexto socio-político saturado de necesidades espirituales, intolerancia religiosa y presiones militares, tiene lugar el descubrimiento del sepulcro apostólico, que podemos situar en torno al año 820.
Cuenta la tradición que un ermitaño, de nombre Pelayo, que vivía en el lugar de Solovio -donde está situada la iglesia de San Fiz de Solovio, en la Compostela actual-, en el bosque Libredón, observó durante varias noches sucesivas unos resplandores o luminarias misteriosas que semejaban una lluvia de estrellas sobre un montículo del bosque.

Esta luz o estrella reveladora de la existencia de la tumba apostólica se convierte en otro de los símbolos relacionados con Santiago y el culto jacobeo. Pero no es tan sólo una estrella; la huella del Camino de Santiago está marcada desde siempre en la Vía Láctea porque su dirección indica también la del caminante hacia Compostela, lo que llevó a referirse a esta ruta como el CAMINO DE LAS ESTRELLAS.
Pelayo, impresionado por las visiones, se presentó ante el obispo diocesano Teodomiro, que en aquella época regía la sede de Iria Flavia, para comunicarle el hallazgo. El obispo, ante la insistencia de Pelayo, reunió un pequeño séquito y se dirigió inmediatamente a Libredón. En el medio del bosque, él mismo pudo contemplar el fenómeno relatado por el ermitaño. Un fuerte resplandor iluminaba el lugar en donde, entre la densa vegetación, encontrarían un sepulcro de piedra en el que reposaban tres cuerpos, identificados como el de Santiago el Mayor y sus discípulos Teodoro y Atanasio.
El primer relato pormenorizado que se conserva sobre el descubrimiento es la Concordia de Antealtares, de 1077.
En el primer tercio del siglo IX hacía falta un figura que unificase la lucha contra el enemigo común y si los moros invocaban a Mahoma, los cristianos lo hacían a Santiago, y así aquel Santiago humilde, amigo de los pobres, confiado en el poder de la palabra, se convirtió en un guerrero [Santiago matamoros].
Fueron los monjes de la poderosa orden del Cluny los principales promotores de las peregrinaciones en la Edad Media, peregrinaciones que partían de todos los lugares de Europa e incluso de Oriente.

El camino quedó definido entonces recurriendo básicamente a las numerosas vías romanas que unían diferentes puntos de la península. Pero ante el impresionante flujo humano había que dotar al Camino de la infraestructura necesaria para la atención de los peregrinos, y se fundaron hospederías, se crearon hospitales y cementerios, se levantaron puentes, se construyeron iglesias, se instalaron monasterios y abadías y, lo mas importante, se fundaron infinidad de núcleos de población en torno a la ruta, constituyendo un legado histórico y artístico tan importante que aún hoy es imposible valorar.
En este mismo siglo, un clérigo francés, Aymeric Picaud, presentó un libro conocido como Códex Calixtinus (que él fuera su autor es más que discutible), en el que ya describe el camino francés y da multitud de consejos para recorrerlo. Es, sin duda, la primera guía turística de la humanidad.

Santiago de Compostela. La ciudad del peregrino
Santiago de Compostela es fruto de la leyenda: el descubrimiento en el año 813 del sepulcro del apóstol Santiago, decapitado en el año 44 en Palestina. El rey Alfonso II visitó el lugar y ordenó la edificación de un templo y un monasterio, alrededor de los cuales nació la ciudad. En el año 997 el caudillo musulmán Almanzor arrasó completamente la ciudad. Santiago se reconstruye y se rodea de murallas. En el año 1075 se inician las obras de la catedral. Los siglos XI y XII representan el máximo auge de las peregrinaciones.Ciudad vieja. Inscrita en 1985 como Patrimonio de la Humanidad.Famoso lugar de peregrinaje situado en la región noroeste de España, se convirtió en símbolo de la lucha hispano cristiana contra el Islam. Es la única ciudad de Europa, junto con Roma, que conserva reliquias de un Apóstol de Cristo.

Destruida por los árabes a finales del siglo X, la ciudad fue reconstruida en el siglo siguiente. La ciudad vieja de Santiago constituye una de las zonas urbanas más bellas del mundo, con sus edificios románicos, góticos y barrocos. Los monumentos más antiguos se agrupan alrededor de la tumba de Santiago en la Catedral, que contiene el extraordinario Pórtico de la Gloria.
El Camino son Caminos
a, Camino Francés
La “Guía del Peregrino”, contenida en el Códice Calixtino que se conserva en la biblioteca de la catedral compostelana, escrito por el francés Aymeric Picaud hacia el año 1130, es de obligada referencia cuando se habla del antiguo Camino Francés.
El Camino Francés se inicia en Somport o en Roncesvalles, según se acceda por el camino Aragonés o Navarro. Para quienes lo hacen por Somport, Jaca será la primera parada. Para los que entran por Roncesvalles recuerden que en este lugar aún resuenan los ecos del famoso Olifante de Roldán, el héroe de la "Chanson de Roland" en su desesperada llamada de auxilio. Pamplona es la primera capital peninsular de la ruta jacobea que encontrais en este tramo del Camino.
b, Camino del Norte

De todas las razones que avalan esta ruta, la más respetada es la del célebre peregrino Aymeric Picaut, para quien sólo se trataba de “huir de la barbarie de Navarra”, pues la costa era la única zona pacificada en la turbulenta época del primer milenio. Además, de camino a Compostela, buscaban la protección de otras reliquias y muchas de ellas residían en el reino astur. Este camino discurre por la llamada España Verde. Al acceder desde Francia, Irún es la primera parada en este recorrido por el País Vasco, Cantabria y Asturias. Aunque no figura en la ruta jacobea, bien merece la pena realizar un alto en el camino en Donosti-San Sebastián. c, Camino Inglés
Con este nombre se conoce la ruta que emprendían los peregrinos que, procedentes en su mayoría de las Islas Británicas, desembarcaban en los puertos del noroeste gallego para, desde allí, encaminarse a Compostela. La vía cobró su mayor popularidad a partir del siglo XIV.

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