Es así como, en la Baja Edad Media, la catedral pasó a ser un edificio altamente simbólico que se asumió como verdadero eje social, a la vez que, en cuanto empeño comunitaria, era punto de referencia espiritual y física que testimoniaba ante la propia comunidad y los extraños a ella, la capacidad de sus habitantes, sus recursos, su riqueza y su prestigio. Materializó la realidad espiritual de un mundo a la vez que sirvió como espacio sacro en el que el ciudadano liberaba las tensiones cotidianas mediante la fiesta litúrgica, el espacio utilizado para la concentración, el encuentro e incluso el mercado.
4.8.1 ARTE BIZANTINO
El Arte Romano, nacido del etrusco y del griego fue rápidamente eclipsado por el arte bizantino, que se configuró a partir del siglo VI con fuerte influencia del mundo heleno y del primitivo arte cristiano oriental. Debemos mencionarlo, porque desde comienzos del siglo V creó un lenguaje formal artístico que influyó fuertemente en la cultura occidental de la Edad Media. Esta forma artística se consolidó en los siglos XII al XV.
En su arquitectura destaca el empleo sistemático de las bóvedas semiesféricas y la variada decoración de capiteles. Muestras de este arte encontramos en la iglesia de San Vital en Rávena (538-547), la iglesia bizantina de San Marcos en Venecia (1063).
La pintura y los mosaicos bizantinos son especialmente significativos y fijan un estilo iconográfico. Los mosaicos, por una parte, ocultaban la pobreza de los materiales empleados, pero sobre todo eran un medio para expresar el fervor religioso y la adhesión a sus señores. Temas constantes son el Pantocrator (Majestuoso Cristo bendiciendo), el Tetra-morfos (los cuatro evangelistas), la kyriotissa (Trono del Señor: la Virgen sostiene sobre sus piernas al Niño), la Theotokos (Madre de Dios que ofrece al Niño una fruta o una flor), la Déesis (Cristo con la Virgen y San Juan Bautista), la Anastasis (Bajada de Cristo al limbo), Manré (Aparición de los tres ángeles a Abraham, simbolizando la Trinidad).
4.8.2 ARTE HISPANOMUSULMÁN
La desaparición del reino visigodo de Toledo no implicó la extinción de las comuni-dades cristianas y judaicas. Algunos de ellos continuaron viviendo en las tierras ocupadas por los musulmanes y constituyeron las comunidades mozárabes en Toledo, Córdoba, Sevilla, Mérida. Entre las tres culturas se produjo un enriquecedor contacto que las diferenció de las originales. A este arte mozárabe que se cultiva entre los siglos VIII y XV, llamamos hispanomusulmán y se le suele dividir, según la época, en arte emiral (siglo VIII), califal (X), taifa (XI), almorávide (XI-XII), almohade (XII-XIII) y nazarí (XIII-XV).
El califato de Al-Andalus como lo señalábamos anteriormente constituyó un período de gran auge cultural y artístico.
Zaujímavosti o referátoch
Ďaľšie referáty z kategórie