Tento článok bol vytlačený zo stránky https://referaty.centrum.sk

 

Garcilaso de La Vega

Género Natural :poesía
Género histórico: soneto

AUTOR:

Vida
Garcilaso de la Vega nació en el ańo 1501 en Toledo, y murió en Niza, Francia, en 1536. A pesar de su corta vida, Garcilaso representa el ideal del hombre renacentista descrito por Castiglione en Il cortesano: diestro en las armas y en las letras. En la vida de Garcilaso hay tres momentos que tendrán una gran influencia en su obra poética. En 1526, cuando formaba parte del cortejo que acompańaba al emperador en su boda con Isabel de Portugal, conoce a Isabel Freire, de la que se enamora locamente, siendo la verdadera musa de su quehacer poético. En 1530 asiste en Bolonia, Italia, a la coronación de Carlos V, y allí entrará en contacto con la nueva poesía italiana. En 1532 será desterrado a una isla del Danubio, y posteriormente a Nápoles, donde conoce a escritores italianos como Luigi Tansillo, Bernardo Tasso o Antonio Sebastián Minturno; mantiene correspondencia escrita con Pedro Bembo; todo esto le permitirá familiarizarse con las estrofas italianas, que incorporará posteriormente en su poesía. Como soldado participó en las campańas imperiales de Viena, contra los turcos; de Túnez, donde fue herido; y de Francia, donde moriría en en asalto al castillo de Le Muy.

Obra y estilo.
La obra poética de Garcilaso es breve: 3 églogas, 2 elegías, 1 epístola, 5 canciones, 38 sonetos y unas composiciones breves en octosílabos escritas a la manera tradicional cancioneril. En su obra Garcilaso utiliza una gran variedad de formas estróficas: estancia (Égloga I), tercetos encadenados (Égloga II), octavas (Égloga III), liras y sonetos.
Las influencias más visibles en la obra de Garcilaso son las del bucolismo clásico (Ovidio, Virgilio y Horacio); el platonismo (Platón y los neoplatónicos) con su exaltación mística de la belleza, la naturaleza y la armonía del universo; y, por último, la obra poética de Petrarca, Sannazaro y Bernardo Tasso, autores italianos que son su modelo más directo de inspiración.

Con Garcilaso la literatura espańola entra en un nuevo período en el que se introducen una serie de novedades que rompen con la estética medieval.
Hasta este momento la poesía sólo adquiría hondura y autenticidad al tratar temas graves, y sobre todo la muerte –recuérdense las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique–. Con Garcilaso aparece una nueva manera de sentimiento, más auténtico e intenso, más centrado en lo amoroso.
Durante su estancia en Italia Garcilaso entró en contacto con nuevas formas poéticas, tales como el verso endecasílabo, y estrofas como el soneto y la estancia. Garcilaso es capaz de adaptar el castellano a este nuevo verso dándole una fluidez y suavidad extraordinarias; a partir de Garcilaso, el endecasílabo se convertirá en el verso noble por excelencia. También, a partir de él, estas nuevas estrofas quedarán incorporadas a la nómina de la métrica renacentista espańola.

El período conocido como Renacimiento se caracteriza por el redescubrimiento de la antigüedad clásica que sirve de modelo a imitar. Garcilaso, y otros autores de esta época, poseen un sentido clásico de la belleza, e introducen en su obra elementos propios de la literatura clásica latina: temas, estilos y personajes. La presencia de la naturaleza y el paisaje está relacionada directamente con el clasicismo. A imitación de los modelos clásicos de Horacio y Virgilio, la naturaleza se idealiza: el «locus amoenus», un fresco y verde prado por donde discurre una corriente de agua clara, rumorosa y pura, servirá de fondo a la acción de muchos de los poemas de este período. Esta naturaleza idealizada supone una fe en la bondad intrínseca de lo natural, y los personajes que lo habitan son pastores, la representación humana del estado más natural. Al concluir quiero insistir en la idea de que la poesía de Garcilaso se convierte, en el mismo sigloXVI, en un modelo digno de imitación, es decir, Garcilaso alcanza la condición de clásico, por lo que sus textos serán comentados con abundante erudición por el Brocense, Herrera y otros. Y es que Garcilaso consigue la máxima aspiración de un poeta: crear una lengua poética (que, a su vez, crea un mundo poético). Su poesía no es sólo un modelo técnico, para petrarquistas (con la recepción de los principales tópicos de Petrarca y la creación de un cancionero) y neoclásicos (al experimentar con la adaptación de distintos géneros y ofrecer los primeros ejemplos de oda, epístola, elegía y égloga clásicas en lengua española), sino que es también un modelo vivo, cargado de emoción (en la expresión de la pasión amorosa, en la creación de una visión del paisaje, en el empleo de la mitología de una forma no arqueológica —a través de la fusión mítica, por ejemplo—, etc.). La proyección de estos aciertos inundará toda la poesía de los Siglos de Oro:
Técnicamente, Garcilaso inicia numerosas conquistas estéticas: su dominio de la métrica italianizante será decisivo para el rápido triunfo de ésta en la lírica española a partir de mediados de la centuria; sus églogas moldean el lenguaje arcádico que se empleará abundantemente durante todo el siglo XVI, tanto en verso como en prosa; su lírica amorosa suministra las formas y los métodos de introspección psicológica a todos los demás géneros de la época: lírica, novela y teatro; su facilidad descriptiva proporciona las primeras estampas realistas de la lírica italianizante española, en lo que será anuncio del posterior poema descriptivo barroco; en esta línea, su vertiente objetivadora va excluyendo del ámbito de referencias literarias la alegoría medieval; y su personalización de la epístola horaciana, con sus rasgos de realismo y humorismo, será decisiva para el triunfo de un subgénero que aportará una buena carga de renovación expresiva a la poesía y a la literatura española a partir del siglo XVII
LA CRONOLOGÍA DE SU VIDA:

Entre 1498 y 1501: Nace en Toledo.
1511: Su hermana Leonor casa con el corregidor de Toledo.
1512: Muere su padre.
1517: Asiste en Valladolid a la entrada oficial de Carlos V en sus reinos de Espańa.
1519: Es condenado a tres meses de destierro y a pagar 4.000 maravedís de multa por su participación en un altercado en el Hospital de Nuncio, en Toledo.
1520: Es nombrado contino del Emperador.
1520-1521: Nace su primogénito, fruto de su relación con su amante dońa Guiomar Carrillo.
1521: Toma parte en la batalla que tiene lugar en las cercanías del castillo del cerro del Águila contra los comuneros toledanos, en la que es herido en el rostro.
1522: Viaja a Vitoria para reclamar sus pagas atrasadas. Acompańa a la corte en Valladolid, Burgos, Logrońo, Pamplona y Fuenterrabía.

1523: Es nombrado caballero de la Orden de Santiago y Acroe de Flandes o gentilhombre de la casa de Borgońa. Participa en la campańa contra Navarra y Fuenterrabía.
1524: Visita en Portugal a su hermano Pedro Laso. Probablemente, conoce a Isabel Freire.
1525: Se casa con dońa Elena de Zúńiga, dama de dońa Leonor de Austria. El matrimonio se aloja en la casa de la madre del poeta, en Toledo. Es nombrado regidor de Toledo.
1526: Asiste en Sevilla a la boda de Carlos V con Isabel de Portugal.
1526-1527: Nace su segundo hijo (el primero de los habidos con su mujer dońa Elena de Zúńiga).
1527: Marcha con la corte del emperador a Valladolid, donde se celebran Cortes.
1528: Prolongada estancia de Carlos V en Toledo, donde se celebran Cortes. Garcilaso compra en Toledo unas casas para su residencia. Muere su hermano Fernando en el asedio francés a Nápoles. Muere Baltasar de Castiglione en Toledo. Nace su tercer hijo, Ińigo de Zúńiga, que morirá 27 ańos después luchando contra los franceses en Ulpiano.
1529: Redacta su testamento en Barcelona, poco antes de embarcar con la corte rumbo a Italia. Nace su 4ş hijo, Pedro de Guzmán, que a los 14 ańos profesará en el convento de San Pedro Mártir, en Toledo.
1530: Asiste a la coronación de Carlos V en Bolonia como Emperador de Romanos. A su regreso a Espańa es enviado por la Emperatriz Isabel en misión diplomática a la corte de Francia.
1532: Marcha con don Fernando Alvarez de Toledo a Alemania. Nace su 5ş hijo, Sancha. Es desterrado tres meses a una isla del Danubio por haber asistido de testigo a la boda de un sobrino, no autorizada por la Emperatriz. El virrey de Nápoles, don Pedro de Toledo, le toma a su servicio como lugarteniente de la compańía de gente de armas.
1533: Viaja a Espańa con un mensaje del Virrey de Nápoles para Carlos V. Interviene en "la postrera lima" de la traducción que realiza Juan Boscán de "Il cortegiano", de Baltasar de Castiglione. A su regreso a Nápoles empieza la Égloga II.
1534: Termina la Égloga II. Nace su 6ş hijo, Francisco de la Vega, que morirá siendo nińo. Muere Isabel Freire de parto. Com en misión del Virrey de Nápoles. Es nombrado alcaide de Ríjoles.
1535: Renuncia a la alcaidía de Ríjoles. Participa en la expedición a Túnez contra Barbarroja. Es herido en el brazo derecho y en la boca.
1536: Campańa de Provenza. Es herido en Le Muy (19 de septiembre) y muere en Niza, veinticinco días después (14 de octubre). (En 1538 su mujer hace trasladar los restos de Garcilaso a Toledo, depositándolos en el sepulcro de la capilla del Rosario de la iglesia de San Pedro Mártir). ienza la composición de la Égloga I. Viaja a Espańa
LA ESTRUCTURA:

Análisis del Soneto XXIII.:
SONETO XXIII
En tanto que de rosa y d’azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que’l cabello, que’n la vena
del oro s’escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que’l tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

El poema comienza con una locución temporal, En tanto que, reiterada anafóricamente después (verso 5.º), que manifiesta la simultaneidad de las acciones expresadas por las oraciones subordinadas (versos 1.º a 8.º) y por la principal (coged...), locución a la que sigue la pareja de sustantivos, con cierto carácter adjetivo, rosa y azucena, de sugestión y contraste coloristas. Nuevas parejas de términos aparecen en seguida, en los versos siguientes: de adjetivos (ardiente, honesto), de verbos (enciende, refrena), y la correlación y los contrastes significativos se muestran evidentes.

Los cuatro primeros versos inician al propio tiempo un retrato de mujer, retrato que se amplía seguidamente con la referencia al dorado cabello (que en la vena del oro se escogió) y al cuello (blanco, enhiesto). Esta esbozada descripción coincide, sin duda, con el ideal renacentista de la belleza femenina (recuérdese, como plástico ejemplo, el admirable retrato de la emperatriz Isabel, esposa de Carlos V, por el pintor Tiziano). Todavía en el segundo cuarteto (verso 8.º), el efecto del viento sobre el cabello es mostrado y matizado morosa, certeramente por la sabia gradación de las tres formas verbales: mueve, esparce y desordena, una gradación que sugiere, por un instante, a los ojos actuales, en la lentitud de los movimientos descritos, la técnica de la «cámara lenta» en el cinematógrafo. Las claves temáticas e ideológicas del poema se hallan a continuación (versos 9.º a 11.º), en la exhortación al goce de la juventud (representada tópicamente por la imagen de la primavera), antes de que ésta pase, antes de que el hermoso cabello rubio encanezca como consecuencia del paso del tiempo (metafóricamente, antes que el tiempo airado / cubra de nieve la hermosa cumbre). Este tema, de ascendencia clásica, con antecedentes inmediatos en la literatura latina, en Horacio («Carpe diem...»), y en Ausonio («Collige, virgo, rosas...»), y al que se suele denominar precisamente, con las palabras del poeta latino, del carpe diem, puede simbolizar y representar el sentido de afirmación existencial, el afán por el goce de vivir característicos del espíritu del Renacimiento. Por ello mismo, con significativa coincidencia, el mismo tema es reiterado y glosado también por otros importantes escritores renacentistas: Poliziano, Bernardo Tasso (al que leyó y tuvo en cuenta Garcilaso), Ronsard, etc. Todo ello da testimonio a la vez del interés por la Antigüedad grecolatina y del retorno a ella, otra de las claves inspiradoras del Renacimiento.

Sin embargo, los tres versos finales del soneto nos recuerdan y aseveran la inexorable fugacidad de todas las cosas, con un ejemplo concreto primero en bellísimo verso (Marchitará la rosa el viento helado), mediante una afirmación de ámbito general después: todo lo mudará la edad ligera / por no hacer mudanza en su costumbre. El último verso, según observó Rafael Lapesa, «se repliega en una paradoja incolora [...]; pero este final desdibujado facilita la evasión del pensamiento, librándolo de fijarse en la futura ruina». (La trayectoria poética de Garcilaso, Madrid: Revista de Occidente, 1968 2.ª ed., p. 163). Esos dos últimos versos acaso nos puedan sugerir, también, el último acorde de una composición musical que se apaga lenta, melancólicamente, y tiembla en el aire hasta desvanecerse por completo. Asimismo, el juego de palabras mudará y mudanza recuerda los artificios tan habituales en los cancioneros del siglo XV.

En cuanto a su forma métrica, es la siguiente: catorce versos endecasílabos con acentos en 6.ª y 10.ª sílabas —los predominantes— o en 4.ª y 8.ª sílabas, encabalgados en su mayoría; con rima consonante o total, en el siguiente orden: ABBAABBACDEDCE. Se trata, pues, de un soneto, una de las estructuras métricas o estrofa compuesta incorporadas de manera definitiva a la métrica española por Garcilaso, tras los ensayos habidos en el siglo anterior (como los sonetos del marqués de Santillana, «fechos al itálico modo», por ejemplo significativo).

Son numerosos y concluyentes, por tanto, los rasgos que definen a esta composición como un texto singularmente representativo y de plenitud del Renacimiento, y de modo más concreto, de la creación poética de Garcilaso: abundancia de adjetivos (apenas hay sustantivos sin ellos), sugestión sensorial y colorista, el tema e ideas que expresa, abolengo clásico, forma métrica de origen italiano, equilibrada expresión del pensamiento. Paradigma renacentista en definitiva.Utiliza palabras que se refieren al color(vena del oro-rubia,cuello blanco).La tema principal es juventud:hay que disfrutar de ella antes de que nos pongamos viejos ,(antes de que marchitemos como una rosa-metáfora,la metáfora contraria es dulce fruto-esto refiere a juventud ),el tiempo es nuestro enemigo.Las subtemas son: la belleza y el amor.En los 8 primeros versos describe la belleza.(rosa y azucena –describe el ideal de la belleza en renacimiento).˝ Marchitará la rosa el viento helado,todo lo murdará la edad ligera por no hacer mudanza en su costumbre˝-la costumbre del tiempo es cambiar las cosas.Garcilaso usa un juego de ideas con las palabras ˝mudará˝ y ˝mudanza˝ que producen un efecto casi paradójico: el tiempo cambia todo menos la costumbre de cambiar todo.

JULIUS

Koniec vytlačenej stránky z https://referaty.centrum.sk